La paroxismia vestibular se define por cortos episodios de vértigo y presencia de compresión microvascular del octavo nervio craneal. Ante la falta de un estándar, su diagnóstico se realiza mediante la exclusión de otras patologías vestibulares episódicas (más frecuentes) como vértigo posicional paroxístico benigno, migraña vestibular, enfermedad de Ménière y dehiscencia del canal semicircular superior.