ARTRIDOL

Última actualización: 

2020

ARTRIDOL
Tratamiento del dolor y la inflamación osteomuscular
RIMSA

Indicaciones Terapéuticas: 

Casos agudos y exacerbaciones de pacientes con artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, osteoartritis. Alivio del dolor y la inflamación de artritis gotosa aguda, bursitis aguda y subaguda, tendinitis, sinovitis.

Forma Farmacéutica y Formulación: 

Cápsula

Cada cápsula contiene:

Indometacina .............. 25 mg

Metocarbamol ............. 215 mg

Betametasona ............. 0.75 mg

Excipiente cbp ............. 1 cápsula

Presentaciones: 

Caja conteniendo 10, 20 ó 40 cápsulas.

Contraindicaciones: 

ARTRIDOL® está contraindicado en enfermos con infecciones micóticas sistémicas o infecciosas, en pacientes diabéticos o con hipertensión arterial, en sujetos con úlcera péptica o con insuficiencia renal. En pacientes con antecedentes de hipersensibilidad al metocarbamol, betametasona o salicilatos o a cualquier otro componente de la fórmula.

Reacciones secundarias y adversas: 

Las reacciones adversas de ARTRIDOL® son las mismas señaladas para otros corticosteroides, y se relacionan con la posología y la duración del tratamiento. Normalmente estas reacciones pueden revertirse o reducirse al mínimo disminuyendo la posología; esto es generalmente preferible a la suspensión del tratamiento.

La presencia de la indometacina puede provocar náusea y vómito, anorexia, malestar epigástrico, dolor abdominal, estreñimiento y diarrea; asma y erupción cutánea.

El metocarbamol puede provocar visión borrosa, cefalea, mareo, somnolencia. La betametasona administrada por tiempo prolongado puede provocar aumento de la presión arterial, aumento de peso, cara de luna, hirsutismo, acné, hiperglucemia, incremento de la susceptibilidad a infecciones, osteoporosis, miopatía, alteraciones conductuales, cataratas, interrupción del crecimiento.

Dosis y vía de administración: 

Vía de administración: Oral.

Dosis: En casos severos de artritis reumatoide y otros trastornos reumáticos se recomienda una dosis diaria inicial de una cápsula cada 8 horas durante un periodo de 7 días; la dosis deberá disminuirse gradualmente por semana, administrando una cápsula cada 12 horas durante 7 días; reducir la dosis de nuevo a una cápsula cada 24 horas por otra semana y la cuarta semana de tratamiento reducir la dosificación hasta dejar una dosis de mantenimiento de una cápsula cada tercer día por una semana hasta ser retirada, manteniendo la respuesta clínica adecuada con un control estricto del paciente sin efectos colaterales. Las dosis son variables y pueden individualizarse con base en la enfermedad específica, su gravedad y la respuesta del paciente.

Es recomendable que en cuanto se observe una respuesta favorable se determine la dosis de mantenimiento adecuada, disminuyendo poco a poco la dosis inicial en pequeños decrementos a intervalos adecuados hasta que se determine la dosis más baja capaz de mantener una respuesta clínica adecuada.