Los efectos colaterales que puede producir incluyen somnolencia, mareos, cefalea, dolor gastrointestinal, dispepsia y náusea. El Ketorolaco inhibe la biosíntesis de prostaglandinas, posee actividad antipirética, antiinflamatoria y analgésica, pero en cuantificaciones de inflamación, su actividad analgésica sistémica es mucho mayor que la antiinflamatoria.
A diferencia de los agonistas opioides, el Ketorolaco no genera tolerancia, efectos de abstinencia ni depresión respiratoria.
Se han reportado efectos de hipersensibilidad como anafilaxia, erupciones, broncoespasmo, edema laríngeo e hipotensión. Se han mencionado mareos, cefalea, sed, convulsiones, mialgias, meningitis aséptica, hipertensión, disnea, edema pulmonar, bradicardia, retención urinaria, insuficiencia renal, hiponatremia, hipercalemia, dolor en el flanco con o sin hematuria, púrpura, trombocitopenia, epistaxis y pancreatitis.
Reacciones de la piel severas como el síndrome de Stevens-Johnson y el síndrome de Lyell.
Todos estos eventos adversos son los que presentan comúnmente los AINE’s. Se recomienda que no sea administrado por tiempo prolongado.
Las reacciones adversas que pueden presentarse por el uso son debidas a un consumo inapropiado del medicamento, en dosis altas y tiempo prolongado.
El Tramadol es un analgésico que actúa centralmente con un mecanismo de acción dual. Tiene una débil actividad agonista en los receptores opioides-µ y en suma prolonga la actividad de neurotransmisores como norepinefrina (noradrenalina) y Serotonina dentro de la vía inhibitoria descendente del dolor, efecto inhibitorio de la recaptura.
Se ha reportado hipotensión y se han presentado algunos efectos sobre SNC como confusión y/o alucinaciones.