DOTBAL

Última actualización: 

2020

DOTBAL
Tratamiento de la tuberculosis
SILANES

Indicaciones Terapéuticas: 

DOTBAL® está indicado en el tratamiento de la tuberculosis pulmonar, así como la de localización extrapulmonar.

DOTBAL® se recomienda para la fase intensiva (10 semanas) de tratamiento de la tuberculosis, la cual debe ser seguida de la fase de sostén (4 meses), con rifampicina e isoniazida.

 

Forma Farmacéutica y Formulación: 

Cada tableta contiene:

Rifampicina .......................... 150 mg

Isoniazida ............................ 75 mg

Pirazinamida ......................... 400 mg

Clorhidrato de etambutol ........ 300 mg

Excipiente, cbp ..................... 1 tableta

Presentaciones: 

Caja con 24 tabletas.

Caja con 240 tabletas.

Caja colectiva conteniendo 10 cajas con 24 tabletas.

Contraindicaciones: 

  • Hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de la fórmula.
  • Hepatopatías, neuritis óptica (por la isoniazida y el etambutol).
  • Ictericia, gota aguda (por la pirazinamida).

 

Reacciones secundarias y adversas: 

Rifampicina:

Dermatológicas: Pueden ocurrir reacciones cutáneas leves y autolimitadas que no parecen ser de hipersensibilidad. Incluyen prurito, lesiones acneiformes, y eritema con o sin erupción. Son menos frecuentes la urticaria y reacciones cutáneas de hipersensibilidad más grave. Fueron reportados casos excepcionales de reacción penfigoide, eritema multiforme, incluyendo el síndrome de Stevens-Johnson, púrpura trombocitopénica.

Gastrointestinales: En algunos pacientes se ha reportado pirosis, anorexia, molestias epigástricas, vómito, náusea, flatulencia, ictericia, calambres y diarrea. Se ha reportado colitis pseudomembranosa en sujetos que recibieron rifampicina, isoniazida y etambutol. Puede incrementar la saturación de colesterol en la bilis, sin alterar la producción de ácidos biliares. Tales modificaciones pueden ocasionar cierta predisposición a la formación de litiasis biliar.

Hepática: La rifampicina puede causar hepatitis por lo que deben monitorearse periódicamente las pruebas de función hepática. Puede causar elevaciones transitorias de las enzimas hepáticas, mismas que se observan durante las primeras 8 semanas de tratamiento (10 a 15% de pacientes). Aunque en menos de 1% de los pacientes puede llegar a identificarse hepatotoxicidad, se eleva cuando se administra rifampicina asociada a otros antifímicos, estimándose en menos de 4%. La ocurrencia de mortalidad asociada a ésta es de tan sólo 16 en 500,000 pacientes que recibieron rifampicina.

Hematológicas: Puede presentarse trombocitopenia, con o sin púrpura, generalmente asociada a un tratamiento intermitente. Es reversible si el fármaco se suspende inmediatamente y los niveles usualmente regresan a los valores normales, en 36 horas. Esto sugiere que el efecto adverso se relaciona solo con las plaquetas circulantes y no es una anormalidad permanente de la producción o función de las plaquetas. Se han reportado casos de hemorragia cerebral y muerte cuando la administración de rifampicina se continuó o reinició después de la aparición de púrpura. Excepcionalmente se ha reportado coagulación intravascular diseminada, leucopenia y eosinofilia.

SNC: Se han reportado cefalea, mareo, fatiga y parestesias y muy rara vez psicosis. Varios: En un pequeño porcentaje de pacientes tratados con rifampicina se han presentado edema, debilidad muscular y miopatía, así como casos aislados de insuficiencia adrenal en pacientes con función adrenal comprometida.

Las reacciones adversas a la rifampicina que se presentan habitualmente con tratamiento intermitente y que muy probablemente son de origen inmunológico incluyen: síndrome pseudogripal, caracterizado por episodios de fiebre, escalofríos, cefalea, mareo y dolores musculoesqueléticos, que aparecen comúnmente entre el tercero y el sexto mes de tratamiento. Este síndrome puede presentarse hasta en 50% de los pacientes que reciben dosis diaria mayor de 25 mg/kg una vez por semana. Cuando se utilizan dosis correctas de rifampicina, administradas por lo menos 2 a 3 veces por semana, la frecuencia es mucho menor.

Se han reportado falta de aire y sibilancias, hipotensión y shock. Anafilaxis, anemia hemolítica aguda, insuficiencia renal aguda, debida a necrosis tubular aguda o a nefritis intersticial aguda. Hiperglicemia (al inicio) por aumento en la absorción de carbohidratos por el intestino.

Isoniazida:

Oculares: Se ha reportado neuritis óptica.

Hepáticas: Se han reportado elevaciones de las enzimas hepáticas, hepatitis, insuficiencia hepática o hepatotoxicidad.

SNC: Polineuritis, que se presenta como parestesia, debilidad muscular, pérdida de reflejo de los tendones, etc. La incidencia es mayor en “acetiladores lentos”.

Otros efectos neurotóxicos, los cuales son poco comunes a las dosis convencionales son: Convulsiones, encefalopatía tóxica, neuritis óptica y atrofia, pérdida de la memoria y psicosis tóxica.

Dermatologícas: Erupción, acné, síndrome de Stevens-Johnson, dermatitis exfoliativa, pénfigo.

Hematológicas: Durante el tratamiento con isoniazida se ha reportado eosinofilia, agranulocitosis, trombocitopenia y anemia.

Gastrointestinales: Incluyen pancreatitis, náuseas, vómito, dolor abdominal y trastornos epigástricos que usualmente desaparecen la suspender la terapia.

Psiquiátricas: Se han reportado psicosis (rara vez), deterioro de la memoria, labilidad emocional, confusión, hiperactividad, conductas agresivas y depresión; sobre todo en pacientes sin terapia suplementaria de piridoxina, así como en pacientes bajo diálisis.

SNC: Ataxia, meningitis, encefalopatía, disartria, neuropatía, nistagmus, letargia, y convulsiones. Estos efectos estan relacionados con la dosis y hay mayor incidencia en sujetos con historial de padecimientos del SNC. El posible mecanismo es por bloqueo del metabolismo de la piridoxina, pues la isoniazida bloquea la producción de fosfato de piridoxal, causando así disminución de los neurotrasmisores dopamina, norepinefrina, serotonina y ácido γ-aminobutírico (GABA).

Otras: Pelagra, síndrome del tipo lupus eritematoso sistémico, hiperglicemia e hipercalcemia.

Pirazinamida:

Metabólicos: Puede alterar las determinaciones de glucosa. El metabolito mayor de la pirazinamida, inhibe la secreción renal tubular de ácido úrico causando incremento en sus concentraciones séricas desencadenando hiperuricemia.

Gastrointestinales: Con cierta frecuencia se observan náusea y anorexia.

Musculoesquelético: La reacción adversa más común, observada durante la administración de pirazinamida fue la artralgia. La artralgia y poliartralgia ocurrió en más de 40% de los pacientes tratados, y está relacionado a la elevación de la concentración de ácido úrico (hiperuricemia). Generalmente se autolimitan y responden fácilmente al ácido acetilsalicílico.

Etambutol:

SNC: Puede llegar a causar neuropatía periférica, cefalea, mareo y desorientación.

Metabólicos: Hiperuricemia hasta en 66%, porfiria.

Gastrointestinales: Anorexia, náusea, vómito, dolor abdominal, alteraciones del sabor.

Oculares: La neuritis óptica es el principal efecto adverso de la administración de etambutol, pero usualmente se manifiesta a dosis que exceden los 15 mg/kg, generalmente relacionado con la dosis y a menudo es reversible. Ocasionalmente han existido reportes de ceguera irreversible causada por etambutol. Los cambios en la agudeza visual pueden ser bilaterales o unilaterales, por lo que cada ojo deberá ser evaluado por separado.

Dosis y vía de administración: 

Adultos:

Quimioterapia de corto plazo: El tratamiento deberá administrarse siguiendo el programa TAES (Tratamiento primario Acortado Estrictamente Supervisado) que indica que el personal de salud o alguna persona capacitada, debe vigilar la administración y deglución regular del tratamiento, según las dosis establecidas con el fin de evitar la formación de cepas resistentes.

Fase Intensiva (60 dosis): 4 tabletas juntas de DOTBAL®, en una sola toma al día, de lunes a sábado, durante 10 semanas.

Fase de sostén: Rifampicina e isoniazida (DOTBAL®-S: 45 dosis, en administración intermitente, lunes miércoles y viernes).

En los pacientes con tuberculosis del SNC, miliar (diseminada), u ósea, el tratamiento debe ser administrado durante un año, dividido en dos etapas: fase intensiva con duración de 2 meses (ver Precauciones generales) administrando DOTBAL® diariamente de lunes a sábado; y fase de sostén, 10 meses aproximadamente (intermitente, 3 veces a la semana, con isoniazida y rifampicina).

Terapia a largo plazo: Pacientes con organismos resistentes a los fármacos o con tuberculosis extrapulmonar pueden necesitar tratamientos más largos con otros esquemas de administración.

Pacientes con tuberculosis e infección por HIV: La dosificación de DOTBAL® será la misma, aunque el número de dosis será de 72 (3 meses); a la cual seguirá una fase de sostén (Intermitente lunes, miércoles y viernes), administrando en una toma al día rifampicina, isoniazida y etambutol durante 6 meses (72 dosis). El tratamiento tendrá una duración total de 9 meses o por lo menos 6 meses después de la conversión del cultivo.

En caso de predisposición a neuropatías (por ejemplo, Diabetes) y para adolescentes o pacientes mayores malnutridos, se recomienda la administración concomitante de piridoxina (B6). En general, la terapia debe ser prolongada hasta que haya ocurrido la conversión bacteriana y se observe una mejoría clínica evidente.

Niños: Las cantidades de los antifímicos contenidas DOTBAL®, hacen difícil la administración de todos los componentes a dosis adecuadas para niños, por lo que no se recomienda para uso pediátrico.