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Cada tableta contiene:
Penfluridol .......... 20 mg
Excipiente, cb
SEMAP* está indicado como tratamiento neuroléptico de mantenimiento en los pacientes con sintomatología esquizofrénica y paranoide.
SEMAP* carece prácticamente de propiedades sedantes, por lo que es necesario añadir otros fármacos psicotrópicos más inhibitorios, sobre todo durante los episodios agudos.
SEMAP* no debe administrarse en los trastornos depresivos ni en el síndrome de Parkinson. SEMAP* está contraindicado en los estados de depresión del sistema nervioso central o coma. Tampoco debe administrarse a enfermos con hipersensibilidad a cualquiera de los componentes del comprimido o a otros derivados de la difenilbutilpiperidina.
Los efectos secundarios ocurren raramente y suelen ser leves.
Los efectos secundarios neurológicos aparecen aproximadamente a las 4 a 6 horas de la administración de la dosis semanal y se acentúan después del primer día. En general, remiten a las 48 horas para desaparecer espontáneamente a las 3 a 6 semanas del tratamiento.
Efectos secundarios neurológicos: Los síntomas extrapiramidales, secundarios a la actividad antidopaminérgica, son raros cuando se administran dosis de hasta 10 mg de SEMAP* por semana. Su incidencia es proporcional a las dosis que superan los 10 mg semanales.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes de los síntomas extrapiramidales comprenden:
- Parkinsonismo: Bradisinesia, rigidez muscular, problemas para la marcha, afasia, temblor, micrografía.
- Distonía o discinesia aguda: Tortícolis, trismo, crisis oculógiras.
- Acatisia: Incapacidad para permanecer quieto.
La agitación y la discinesia son las manifestaciones más frecuentes de todas. Los fármacos anticolinérgicos y, si es posible, la reducción de la posología, contribuyen a aliviar los síntomas de parkinsonismo.
Efectos hormonales: Los efectos hormonales de los antipsicóticos comprenden la hiperprolactinemia que, en algunos casos, conducen a galactorrea o amenorrea.
Síndrome neuroléptico maligno (SNM): SEMAP*, al igual que otros fármacos antipsicóticos, se ha asociado en casos raros de síndrome neuroléptico maligno, una respuesta idiosincrásica que se desarrolla rápidamente y se caracteriza por hipertermia, rigidez muscular, labilidad autonómica, alteraciones de conciencia, coma y aumento de CPK. Los signos de disfunción autonómica como taquicardia, labilidad de la presión arterial y sudoración preceden a veces a la hipertermia y representan signos de alarma precoces. El tratamiento antipsicótico debe suspenderse de inmediato iniciándose las medidas de soporte oportunas y una vigilancia cuidadosa. El dantroleno y la bromocriptina son eficaces en el tratamiento del SNM.
Otros efectos: Los efectos secundarios autonómicos del tipo de alteraciones visuales e hipotensión, síntomas gastrointestinales altos como náuseas y vómitos ocurren a veces, sobre todo al comienzo del tratamiento. Sin embargo, estos síntomas son más bien raros.
La fatiga, la salivación y la sudación excesivas pueden ocurrir el día después de administrar la dosis semanal de SEMAP*.
También se ha descrito mareo, confusión, cefalea, dermorreacciones y aumento de peso.
Esporádicamente se ha observa depresión, aunque la mayoría de los casos, la relación causal con SEMAP* resulta incierta.
Se ha comunicado casos aislados de alteraciones de la función hepática y taquicardia benigna tras la administración de los fármacos neurolépticos.
Caja con 10 tabletas de 20 mg.
SEMAP* se administra por vía oral, una vez por semana.
Dosis inicial: Para pacientes que ya están recibiendo una droga neuroléptica, se aconseja ir reduciendo en forma progresiva la dosis de ésta, a la vez que se practican incrementos graduales de SEMAP* según los resultados, partiendo a la dosis inicial de 20 mg.
Si el paciente no recibe tratamiento neuroléptico, se pueden administrar inicialmente de 20 a 40 mg de SEMAP* y se asocian -si fuese necesario- dosis apropiadas de otros psicotrópicos más inhibitorios para combatir la agitación psicomotora, la ansiedad y el insomnio. Se pueden reducir progresivamente la dosis de dichos psicotrópicos y eventualmente prescindir de ellos.
Dosis de mantenimiento: La dosis de mantenimiento media se halla entre 20 y 60 mg por semana. Si fuese necesario, pueden administrarse dosis mayores. Raramente se prescriben dosis semanales de 100 mg o más; en este caso, se requiere una vigilancia médica adecuada. En ocasiones, basta con dosis tan bajas como 5 a 10 mg en estados de psicosis crónica leve y consolidada, trastornos en el límite de lo patológico o trastornos de la personalidad. Algunos pacientes requieren sedación adicional (por ejemplo, nocturna) durante el tratamiento con SEMAP*. No se ha descrito incompatibilidades con otros fármacos psicotrópicos.