El frasco ámpula con polvo contiene:
Cefalotina sódica
equivalente a ........... 1 g
de cefalotina
La ampolleta con diluyente contiene:
Agua inyectable .......... 5 ml
La cefalotina es una cefalosporina de primera generación con acción bactericida de amplio espectro.
Previa verificación de la susceptibilidad bacteriana, está indicada en el tratamiento de los siguientes padecimientos, pudiéndose iniciar el mismo antes de obtener los resultados de los estudios de susceptibilidad:
Está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad a las cefalosporinas y puede haber reacciones alérgicas cruzadas con la penicilina.
En general la cefalotina es bien tolerada, aunque pueden haber reacciones de hipersensibilidad como erupciones cutáneas maculopapulares, urticaria, eosinofilia, neutropenia, trombocitopenia y anemia hemolítica.
En pacientes que previamente presentaron insuficiencia renal, se ha observado aumento del nitrógeno ureico sanguíneo y disminución de la depuración de creatinina.
Rara vez los pacientes han presentado diarrea, náusea y vómitos, pudiéndose presentar también, síntomas de colitis pseudomembranosa.
Al igual que con cualquier antibiótico de amplio espectro, durante la administración intravenosa prolongada puede presentarse tromboflebitis local, la cual pude reducirse utilizando alternando las venas y usando agujas delgadas en venas gruesas.
Caja con un frasco ámpula y ampolleta con diluyente. También disponible como Genérico Intercambiable (GI).
La cefalotina se administra generalmente por vía intravenosa o por inyección intramuscular profunda en masas musculares grandes para minimizar el dolor y el riesgo de induración.
La dosis usual en adultos es de 500 mg a 1 g cada 4 a 6 horas dependiendo del tipo y de la severidad de la infección y la susceptibilidad del microorganismo causal. En casos severos se puede administrar 2 g cada 4 horas.
En el uso profiláctico preoperatorio se pueden utilizar 1 a 2 g por vía intravenosa justo antes de la intervención, 1 a 2 g durante la intervención quirúrgica y 1 a 2 g cada 6 horas, durante 24 horas del postoperatorio.
En lactantes y pacientes pediátricos se utilizan de 80 a 160 mg/kg en dosis divididas.
La dosis de 2 g cada 4 horas solo se recomienda en aquellas infecciones graves y complicadas que ponen en peligro la vida.