Efecto de los COP en el perfil cardiometabólico e inflamatorio en mujeres con obesidad e hipertensión
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La incidencia y prevalencia de obesidad está aumentando en todo el mundo y está asociada a varios trastornos, como diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular y hepática y enfermedad neoplásica.
¿Qué son los contaminantes orgánicos persistentes?
A pesar de su etiología multifactorial, se ha sugerido la influencia de ciertos agentes ambientales descritos como contaminantes orgánicos persistentes (COP), los cuales tienen efectos de alteración endocrina.
Estos compuestos orgánicos persistentes son compuestos artificiales derivados principalmente de actividades industriales. Las combinaciones de COP contaminan el aire, suelo y agua; sin embargo, la exposición de los seres humanos se produce principalmente a través de fuentes dietéticas, especialmente alimentos grasos de origen animal, como leche, carne y pescado.
Estos productos químicos sintéticos se utilizan o se utilizaron como pesticidas, plastificantes, antimicrobianos, entre otros. La asociación de obesidad y presión arterial alta aumenta la probabilidad de numerosos eventos cardiovasculares. La hipertensión tiene muchos factores de riesgo conocidos, por ejemplo, influencia genética, edad, raza, género, tabaquismo, estrés, anomalías renales y función endocrina, dieta y ejercicio.
Esta condición es un factor de riesgo importante para el accidente cerebrovascular, eventos coronarios e insuficiencia cardíaca y renal. Sin embargo, hay algunos estudios que sugieren que la exposición a COP puede ser un factor adicional al desarrollo de hipertensión en una edad más temprana y una mayor gravedad de esta condición.
Los COP son sustancias lipófilas para el medio ambiente y biológicamente persistente, lo que conduce a bioacumulación predominantemente en el tejido adiposo (TA).
COP y perfil cardiometabólico
Se investigó el efecto de la exposición a COP en el perfil cardiometabólico e inflamatorio en una población de mujeres con obesidad e hipertensión. En 43 mujeres premenopáusicas (22 tratadas vs. 21 no tratadas) que se sometieron a cirugía bariátrica, se recolectaron muestras de sangre y tejido adiposo visceral (TAV) y subcutáneo abdominal (TAsc).
Las limitaciones de este estudio se basan en nuestra población pequeña y muy específica, ya sea que el control de la hipertensión haya optimizado, si hay cumplimiento y desconocimiento de la duración del curso del tratamiento antihipertensivo.
Conclusiones
Los hallazgos sugieren que la exposición a COP y su acumulación en el TAV y la circulación en el plasma pueden estar asociadas a mayor riesgo cardiovascular en mujeres con obesidad e hipertensión.
En la hipertensión, las concentraciones circulantes de COP fueron significativamente más bajas que las mujeres con hipertensión tratadas con tratamiento médico.
Suponiendo que los COP en circulación se derivan de la liberación de TAv, la detección de concentraciones en TAv puede ser útil para determinar un uso anterior del tratamiento antihipertensivo para atenuar un proceso nocivo en curso, relacionado con la resistencia a la insulina y DMT2, como eventos cardiovasculares como accidentes cerebrovasculares, eventos coronarios e insuficiencia cardíaca y renal.
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