Vértigo y mareos en el hospital: asistencia, flujo y características de los pacientes
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Vértigo y mareo son motivo de consulta muy frecuente en Medicina, que afectan a 20-30% de la población general. Estos síntomas repercuten negativamente en el bienestar del paciente y originan gran número de derivaciones al medio hospitalario.
Vértigo: reto para los médicos
Una de las dificultades encontradas en los estudios publicados es que los pacientes e, incluso, los profesionales sanitarios, tienden a utilizar los términos vértigo y mareo indistintamente.
Comúnmente se define al vértigo como la sensación ilusoria de movimiento, pero también nos encontramos ante descripciones como falta de equilibro o inestabilidad, con origen en diversas enfermedades.
Estudios recientes inciden en la alta frecuencia e impacto del vértigo en la población. La orientación adecuada al diagnóstico es un reto para médicos tanto de atención primaria (AP) como de otras especialidades hospitalarias.
La imprecisión habitual del síntoma hace difícil llegar a un diagnóstico definitivo y esto supone que un gran número de pacientes lo presenten durante un largo periodo de tiempo, en el que realizan múltiples consultas en varias especialidades. Todo esto conlleva un coste económico elevado y genera una gran insatisfacción en el paciente, y no solo por la imprecisión diagnóstica, sino sobre todo por la repercusión en su calidad de vida.
Según un estudio epidemiológico alemán, el vértigo afecta de forma moderada o severa a 3 de cada 10 pacientes, es recurrente en 9 de cada 10 y repercute en la calidad de vida en 8 de cada 10.
Esto favorece la demora o la ausencia de un diagnóstico definitivo, el retraso en la instauración de un tratamiento eficaz y la falta de recomendaciones para mejorar el flujo de pacientes.
Manejo del vértigo en atención primaria
Se trata de un estudio descriptivo observacional; se realizó una búsqueda de las propuestas de referencia hechas en 2011 y 2012 al hospital debido a los síntomas de vértigo; se analizaron las características demográficas y clínicas de los pacientes y los detalles administrativos de las derivaciones; se analizó un total de 558 propuestas correspondientes a 494 pacientes.
El vértigo representó 0.5% de todas las derivaciones realizadas desde Atención Primaria al hospital; 63% de la muestra eran mujeres.
La edad promedio fue 58 años; 88% de los pacientes fueron evaluados por Otorrinolaringología, 24% por Neurología; 38% consultó en tres o más ocasiones para el síntoma, y 16% fueron evaluados por condiciones psiquiátricas en el hospital.
Conclusiones
El vértigo como síntoma supone una carga significativa en el ámbito hospitalario. Los pacientes que lo experimentan consultan en múltiples ocasiones y son valorados en distintas especialidades.
Otorrinolaringología es el principal receptor de pacientes con los síntomas de vértigo y mareo. Sería beneficioso, tanto para el paciente como para el sistema sanitario, establecer recomendaciones a seguir ante la presencia de un paciente con el síntoma de vértigo.
Se considera útil la implantación de unidades de Otoneurología en el ámbito hospitalario, la comunicación interprofesional e interniveles asistenciales, así como la formación continuada.
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