FURODIUROL

Última actualización: 

2020

FURODIUROL
CRYOPHARMA

Indicaciones Terapéuticas: 

Retención de líquidos asociada a enfermedad hepática, cirrosis hepática (ascitis), insuficiencia cardiaca aguda y crónica. Hipertensión arterial leve y moderada. Así también la furosemida está indicada en la conservación de la excreción de líquidos, incluyendo las debidas a quemaduras o embarazo. Así como en los casos de crisis hipertensivas y como soporte de diuresis forzada.

Forma Farmacéutica y Formulación: 

Solución inyectable.

Cada ampolleta contiene:

Furosemida 20.0 mg.

Vehículo c.b.p. 2.0 ml.

Presentaciones: 

Caja con 5 ampolletas de 20 mg en 2 ml.

Contraindicaciones: 

Pacientes con hipersensibilidad a furosemida o a alguno de los componentes de la fórmula. Los pacientes alérgicos a sulfonamidas (p.ej. sulfonilureas o antibióticos del grupo de las sulfonamidas). Pacientes con hipovolemia o deshidratación. Pacientes con insuficiencia renal anúrica que no respondan a furosemida. Pacientes con hipopotasemia grave. Pacientes con hiponatremia grave. Pacientes con hipocaliemia severa. Pacientes en estado precomatoso y comatoso asociado a encefalopatía hepática. En mujeres en periodo de lactancia.

Reacciones secundarias y adversas: 

Trastornos de la sangre y el sistema linfático: Calambres musculares, tetania, debilidad muscular, alteraciones del ritmo cardiaco y síntomas gastrointestinales. El tratamiento con furosemida puede dar lugar a un aumento temporal de los niveles hemáticos de urea y creatinina, y elevación de los niveles séricos de colesterol y triglicéridos. También puede aumentar los niveles séricos de ácido úrico, pudiéndose producir ataque de gota. Ocasionalmente puede aparecer trombocitopenia, en raras ocasiones eosinofilia, fiebre o leucopenia, y en casos aislados agranulocitosis, anemia aplásica o anemia hemolítica.

Trastornos del metabolismo: La tolerancia a la glucosa puede verse disminuida. En aquellos pacientes con diabetes mellitus, esto puede conducir a un deterioro del control metabólico, pudiendo manifestarse una diabetes mellitus latente.

Trastornos del sistema nervioso: Raramente se producen parestesias.

Trastornos auditivos: Raramente puede causar una reducción de la presión arterial, si esta es pronunciada, puede originar signos y síntomas tales como empeoramiento de la capacidad de concentración y reacción, obnubilación leve, sensación de presión en la cabeza, cefalea, mareos, somnolencia, debilidad, trastornos de la visión, sequedad de boca, intolerancia ortostática. En raras ocasiones pueden aparecer casos de vasculitis.

Trastornos auditivos: Raramente pueden aparecer náuseas, vómitos o diarrea.

Trastornos hepato-biliares: En casos aislados se puede desarrollar colestasis intrahepática, incremento de las transaminasas hepáticas o pancreatitis aguda.

Trastornos de la piel y tejidos subcutáneos: Ocasionalmente se pueden producir reacciones cutáneas y de las mucosas como prurito, urticaria, otras erupciones o ampollas, eritema multiforme, dermatitis exfoliativa, púrpura, y fotosensibilidad. En raras ocasiones tienen lugar reacciones anafilácticas o anafilactoides graves (p.ej. con shock).

Trastornos renales y desórdenes urinarios: La furosemida conduce a un aumento de la excreción de iones sodio y cloro y en consecuencia de agua. Adicionalmente, también se incrementa la excreción de otros electrolitos (en especial potasio, calcio y magnesio). Pueden aparecer alteraciones electrolíticas sintomáticas y alcalosis metabólica en forma de un déficit gradual de electrolitos. Los signos de alteraciones electrolíticas incluyen sed intensa, cefalea, confusión. El desarrollo de alteraciones electrolíticas está influenciado por factores tales como enfermedades subyacentes (p. ej. cirrosis hepática, insuficiencia cardiaca), medicación concomitante y nutrición. En especial y como consecuencia de vómitos y diarrea puede aparecer un déficit de potasio. La acción diurética de furosemida puede dar lugar o bien contribuir a la aparición de hipovolemia y deshidratación, en particular en pacientes ancianos. La depleción grave de fluidos puede conducir a la hemoconcentración con desarrollo de una tendencia a las trombosis. El aumento en la producción de orina puede provocar o agravar las molestias en pacientes con obstrucción del flujo de orina. Así pues, se puede producir una retención aguda de orina con posibles complicaciones secundarias, por ejemplo en pacientes con trastornos del vaciado de la vejiga, hiperplasia prostática o estrechamiento uretral. En raras ocasiones se han reportado casos de nefritis intersticial. En los niños prematuros, la furosemida puede precipitar una nefrocalcinosis/nefrolitiasis. Si la furosemida se administra a niños prematuros durante las primeras semanas de vida, puede ocasionar un aumento del riesgo de persistencia del conducto arterioso.

Dosis y vía de administración: 

Adultos: la terapia parenteral con furosemida solamente se debe usar en los pacientes que no pueden tomar medicamentos orales o en situaciones de urgencia, y se debe reemplazar con la terapia oral tan pronto como sea práctico. La dosis diaria máxima de furosemida recomendada para adultos tanto para la administración oral como intravenosa es de 1,500 mg. En niños, la dosis de furosemida recomendada para administración parenteral, es de 1 mg/kg de peso corporal hasta una dosis diaria máxima de 20 mg.

Retención de líquidos asociada a insuficiencia cardiaca congestiva crónica: La dosis inicial recomendada es de 20 a 80 mg/día divididos en dos o tres administraciones. Se harán los ajustes necesarios de acuerdo con la respuesta obtenida.

Retención de líquidos asociada a insuficiencia cardiaca congestiva aguda: La dosis inicial recomendada es de 20 a 40 mg/día administrada como inyección intravenosa en bolo. Se harán los ajustes necesarios de acuerdo con la respuesta obtenida.

Retención de líquidos asociada a insuficiencia renal crónica: En tratamiento intravenoso, la dosis de furosemida se puede determinar comenzando con una infusión continua intravenosa de 0.1 mg/minuto, aumentando gradualmente cada media hora de acuerdo con la respuesta obtenida.

Conservación de la excreción de líquidos en insuficiencia renal aguda: Antes de iniciar el tratamiento con furosemida debe corregirse la hipovolemia, la hipotensión y el significativo desequilibrio ácido-básico y electrolítico. Se recomienda pasar lo más pronto posible de la administración intravenosa a la oral. La dosis inicial recomendada es de 40 mg en inyección intravenosa. Si no se obtiene el aumento deseado de excreción de líquidos, la furosemida puede administrarse en infusión continua, comenzando a razón de 50 a 100 mg/hora.

Retención de líquidos asociada a enfermedad hepática: La furosemida se emplea como complemento del tratamiento con antagonistas de la aldosterona en aquellos casos en los que éstos no son suficientes por sí mismos. Con el fin de evitar complicaciones como intolerancia ortostática o desequilibrio ácido-básico y electrolítico, la dosis se debe determinar cuidadosamente de manera que la pérdida inicial de líquidos sea gradual. Para adultos esto significa una dosis que produzca una pérdida de peso corporal de aproximadamente 0.5 kg al día. Si el tratamiento intravenoso es absolutamente necesario, la dosis inicial única es de 20 a 40 mg.

Crisis hipertensivas: La dosis inicial recomendada de 20 a 40 mg se administra como inyección intravenosa en bolo y puede ajustarse según la respuesta obtenida.

Soporte de diuresis forzada en intoxicaciones: La furosemida se administra por vía intravenosa agregándola a infusiones de soluciones electrolíticas. La dosis depende de la respuesta a la furosemida. Las pérdidas de líquidos y electrólitos deben ser corregidas antes y durante el tratamiento. En el caso de intoxicación con sustancias ácidas o alcalinas, la eliminación se puede incrementar adicionalmente alcalinizando o acidificando la orina, respectivamente. La dosis inicial recomendada es de 20 a 40 mg por vía intravenosa.

Niños: La dosis es de 1 mg/kg de peso corporal. Si la respuesta diurética a la dosis inicial no es satisfactoria, la dosis se puede aumentar en 1 mg/kg después de 2 horas de la última dosis, hasta que se obtenga el efecto diurético deseado. No se recomiendan dosis mayores de 6 mg/kg de peso corporal.