METOPROLOL

Última actualización: 

2020

METOPROLOL
Tratamiento de la hipertensión arterial
KENER

Indicaciones Terapéuticas: 

Es un antagonista específico de los receptores beta adrenérgicos β1 y está indicado en la hipertensión arterial leve y moderada, cardiopatía isquémica y algunas arritmias, migraña, dolor de cabeza, temblor, comportamiento agresivo, algunos efectos antipsicóticos, dificultad en el equilibrio emocional y sangrado del esófago.

Forma Farmacéutica y Formulación: 

Tabletas

Cada tableta contiene:

Tartrato de metoprolol .................. 100 mg

Excipiente cbp ............................. 1 tableta

Presentaciones: 

Caja con 20 y 30 tabletas de 100 mg

Frasco con 100 tabletas de 100 mg

Contraindicaciones: 

No debe administrarse simultáneamente con hipertensores, insulina y agentes hipoglucémicos. No debe emplearse en bradicardia sinusal, bloqueo cardiaco mayor al primer grado, en pacientes con frecuencia cardíaca menores de 45 latidos por minuto; choque cardiogénico e insuficiencia cardiaca severa o moderada. Tampoco debe emplearse en pacientes que sufren broncoespasmo. Sensibilidad al metoprolol.

Reacciones secundarias y adversas: 

La mayor parte de las reacciones secundarias son ligeras y transitorias como cansancio, somnolencia, cefalea, enfriamiento de las extremidades por insuficiencia arterial tipo enfermedad de Raynaud, palpitaciones, edema periférico, flatulencia, pirosis, náuseas, dolor abdominal, vómito, dolor muscular y visión borrosa. En raras ocasiones se han presentado depresión, confusión metal y pérdida de la memoria, pesadillas e insomnio, insuficiencia cardiaca, alopecia, agranulocitosis, sequedad de ojos en forma transitoria. Si estos síntomas se agravan o persisten, debe descontinuarse el medicamento.

La suspensión brusca del medicamento puede desencadenar tormenta tiroidea y bloqueo cardiaco y precipitar infarto del miocardio.

Dosis y vía de administración: 

Oral. Se recomienda una dosis de 450 mg por día. El metoprolol es efectivo cuando se administra una vez al día, aunque con frecuencia se utiliza dividida en dos dosis. La dosificación puede aumentarse a intervalos semanales hasta lograr una reducción óptima de la presión arterial. La dosis habitual de mantenimiento es de 100 a 200 mg por día.