Indicaciones Terapéuticas:
BRISPEN® ejerce su acción bactericida contra la mayoría de Staphylococcus y Streptococcus. Está indicado en: amigdalitis, faringitis, bronquitis, bronconeumonías, neumonías de focos múltiples, incluso en las complicaciones graves de éstas como empiemas, pioneumotórax con o sin neumatoceles, y abscesos pulmonares producidos por Staphylococcus aureus, incluyendo a los productores de penicilinasa. También está indicado en una gran variedad de infecciones de piel y tejidos blandos como: impétigo, impétigo ampolloso, furunculosis, piodermitis, celulitis, hidrosadenitis, síndrome de la piel escaldada (Síndrome de Lyell y enfermedad de Ritter) y heridas infectadas por Staphylococcus. Asimismo, en artritis séptica, osteomielitis y piomiositis.
Presentaciones:
BRISPEN® Cápsulas: Caja de cartón con 20 cápsulas de 500 mg.
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad a la penicilina.
Reacciones secundarias y adversas:
Al igual que con todos los antibióticos, pueden presentarse reacciones alérgicas de diverso grado de severidad como: urticaria, prurito hasta angioedema gastrointestinal, náusea, vómito, malestar en epigastrio y flatulencias.
Dosis y vía de administración:
Niños de 7 a 12 años: 1 cápsula de 500 mg cada 6 horas por vía oral.
Adultos y mayores de 12 años: 1 cápsula de 500 mg cada 6 horas por vía oral.
Dosis ponderal: La dosis varía de acuerdo con la severidad de la infección, ya que en lesiones leves de la piel puede ser de 50 a 100 mg/kg/día y en casos moderados a severos 100 a 200 mg mg/kg/día hasta completar diez o más días.