La piel y el sistema nervioso se desarrollan en conjunto en el feto y permanecen interconectados a lo largo de la vida.
Trastornos psicocutáneos
No existe un único sistema de clasificación universalmente aceptado de trastornos psicocutáneos, el sistema más ampliamente aceptado los clasifica como: a) trastornos psicofisiológicos; b) trastornos psiquiátricos con síntomas dermatológicos, y c) trastornos dermatológicos con síntomas psiquiátricos.
Se ha sugerido que el estrés agudo que afecta a los pacientes con dermatitis atópica puede agravar aún más la ansiedad en estos pacientes.
En última instancia, esto aumenta las respuestas de tipo Th2 debido a la desregulación del sistema neuroinmune, lo que agrava los síntomas alérgicos.
Muchas personas tienen fobias sobre suciedad, bacterias y cáncer de la piel. Por tanto, el constante lavado de manos, limpieza del entorno y automutilación de la piel debido a un intento de remover los nevos pigmentados, que se consideran cáncer de piel, se observa comúnmente en estos pacientes.
La dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal también se conoce como enfermedad no dermatológica. Los pacientes perciben síntomas, pero carecen de signos de alguna enfermedad. La cara, cuero cabelludo y genitales son tres áreas comunes de quejas y preocupaciones.
Otros trastornos delirantes
Según el DSM-V, cualquier tipo de creencia falsa extraña o no extraña concluye el diagnóstico de trastorno delirante. Esta ilusión de parasitosis es una forma de psicosis hipocondrial monosintomática. Los pacientes experimentan una formación (derivada de la palabra latina formica, que significa "hormiga"), una sensación de insecto que se arrastra sobre o debajo de la piel.
La depresión primaria conduce a actos de autolesión de la piel como rascarse, picar (excoriaciones neuróticas), cavar, golpear, cortar, tirar, rasgar o dañar la piel, el cabello (tricotilomanía) o las uñas.
Según el DSM-V, el trastorno somatoforme ahora se llama síntomas somáticos y trastornos relacionados. Se define como síntomas somáticos que son muy angustiantes o que resultan en una interrupción significativa del funcionamiento, así como pensamientos anormales excesivos, sentimientos y comportamientos con respecto a esos síntomas.
Los pacientes de trastorno de control de impulsos se ven con frecuencia en clínicas de dermatología. Estos pacientes llegan con acné excoriée (Picker’s Acne), neurodermatitis, dermatofagia y tricotilomanía.
Los trastornos alimentarios, como bulimia y anorexia nerviosa, pueden causar cambios en la piel. La inanición, desnutrición, vómito autoinducido y uso de medicamentos suelen ser la causa de problemas de la piel en pacientes con trastornos de la alimentación.
El prurito en ausencia de cualquier patología de la piel o enfermedad médica subyacente puede clasificarse como prurito psicógeno.
Los síntomas somáticos y trastornos relacionados, así como la dismorfofobia afectan la piel; sin embargo, su asociación es idiopática. Se sugieren estudios adicionales para fortalecer los resultados de esta revisión y también para explorar los mecanismos detrás del trastorno, cuya asociación con trastornos de la piel se considera idiopática o desconocida.
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