La Guía de Práctica Clínica Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia en el adulto en el primer y segundo nivel de atención pone a disposición del personal de salud las recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible con la intención de estandarizar las acciones nacionales que permitan definir la epilepsia en el adulto, cómo se clasifican las crisis epilépticas, los síndromes epilépticos, quién debe realizar el diagnóstico de epilepsia, cuáles son los datos relevantes en la anamnesis de un paciente adulto con el diagnóstico de epilepsia, cuáles son los datos relevantes de la exploración física, cuáles son los factores de riesgo para su desarrollo, cuál es la importancia de los estudios para su diagnóstico, cuáles son los diagnósticos diferenciales, cuáles es el abordaje terapéutico y cuáles son los criterios para referir a un paciente a un tercer nivel de atención. Todo esto con el objetivo de contribuir con un incremento en la tasa de diagnóstico temprano, reducción en la tasa de complicaciones, tratamiento oportuno y adecuado, referencia oportuna, reducción del riesgo se secuelas neurológicas.
