Uricemia como factor pronóstico de ictus isquémico agudo

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Numerosos biomarcadores han sido investigados como factor pronóstico en el ictus isquémico, sin quedar claro hasta hoy si alguno de ellos añade algún valor pronóstico a las variables clínicas.

Ácido úrico como marcador de riesgo vascular

Los niveles de ácido úrico en plasma están relacionados con muchos de los factores de riesgo clásicos de ictus, como hipertensión arterial, estrés oxidativo y liberación de radicales libres juegan un papel fundamental en la fisiopatología del ictus agudo, el ácido úrico es el principal antioxidante endógeno en plasma, en donde contribuye hasta en dos tercios de la capacidad de control sobre los radicales libres y, por tanto, podría jugar un papel protector ante determinadas enfermedades vasculares como el ictus.

El ácido úrico tiene importancia por un lado como marcador de riesgo vascular y, por otro, su posible valor pronóstico y terapéutico en la fase aguda del ictus hacen de este producto endógeno una molécula de interés y una posible diana terapéutica.

Ácido úrico y pronóstico funcional

Se recogieron de forma prospectiva datos epidemiológicos y clínicos de un total de 600 pacientes que ingresaron de manera consecutiva por ictus; los pacientes ingresaron en este servicio en las primeras 72 horas tras el evento clínico principal, recogiéndose los datos en el momento del ingreso; se les extrajo sangre en ayunas en la primeras 24 horas.

El pronóstico clínico se midió en el momento de alta mediante la escala de Rankin modificada.

El ácido úrico es el principal antioxidante endógeno del organismo y se ha propuesto un posible papel protector del mismo en algunas enfermedades vasculares como el ictus.

Se observó una relación significativa entre los niveles de ácido úrico en el momento del ingreso y el pronóstico funcional al alta. Se comprobó que niveles más elevados de ácido úrico estaban relacionados con un mejor pronóstico funcional al alta; los pacientes con valores extremos de ácido úrico presentaron un peor pronóstico funcional.

Conclusiones

Los niveles elevados de ácido úrico promueven la peroxidación de los lípidos, lo que aumenta la fragilidad de la placa de ateroma, también dificulta la generación de óxido nítrico, induce la proliferación de células musculares lisas y, globalmente, disfunción endotelial.

La hiperuricemia modifica la adhesividad plaquetaria, lo que puede tener efectos en los procesos de agregación y coagulación intravasculares, por último, el comportamiento como antioxidante del ácido úrico podría verse alterado en ciertas circunstancias como los niveles bajos de ácido ascórbico, que podrían disminuir su potencial efecto protector, incluso actuando como pro-oxidante.

En el estudio se encontró que los valores séricos de ácido úrico en pacientes que sufrieron un ictus isquémico agudo se asocian significativamente con el pronóstico funcional en el momento de su alta, pero esta relación es no lineal. De hecho, se asocia con un peor pronóstico a las concentraciones extremas, o bien, muy bajas o muy elevadas de ácido úrico.

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