¿La deficiencia de hierro modula la actividad física en la EPOC?

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La deficiencia de hierro no anémico (NAID) en la población adulta sigue siendo un importante problema de salud pública en todo el mundo.

Deterioro en la utilización de oxígeno

Además, la prevalencia de NAID en la enfermedad crónica compleja es muy alta, aumentando hasta 40% en pacientes con EPOC y 50% en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica.

En particular, los pacientes con EPOC con NAID mostraron más disnea, valores más altos de presión arterial pulmonar en reposo y menor capacidad de ejercicio con una respuesta inducida por el entrenamiento reducida que los pacientes sin deficiencia de hierro.

Estas alteraciones funcionales no pueden explicarse completamente por el deterioro hemodinámico. Un deterioro en la utilización de oxígeno por los músculos periféricos también puede explicar la pérdida reportada de la función muscular y/o la tolerancia al ejercicio en la EPOC.

Este factor puede ser especialmente relevante para aquellas enfermedades en las que la participación de los músculos periféricos tiene un impacto en la actividad física diaria (AFD). En línea con esto, los efectos de la reducción de la actividad física y la falta de uso en la EPOC se han investigado exhaustivamente en varios estudios que han dado como resultado un círculo vicioso con reducciones en la AFD que conducen a mayor deterioro de la función del músculo esquelético.

Estudio COPD10 y NAID

Se realizó un estudio piloto, en el que los pacientes con COPD10 y NAID (hemoglobina 0.12 g/dL en mujeres y 0.13 g/dL en hombres, ferritina, 100 ng/mL o ferritina 100–299 ng/mL con una saturación de transferrina, 20%) fueron reclutados junto con 18 pacientes con EPOC con contenido normal de hierro.

La DPA se midió utilizando el brazalete Pro SenseWear (BodyMedia, Pittsburgh, PA, EU), un acelerómetro ya validado en pacientes con EPOC.

La DPA se midió durante 7 días consecutivos. La salida minuto a minuto de la cantidad de pasos y los equivalentes metabólicos de la tarea (MET) se exportó para un análisis adicional utilizando una versión de SenseWear Professional.

Conclusiones

La evaluación de la capacidad de ejercicio es un punto clave en la evaluación de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas, la actividad física permite monitorear estos efectos en las actividades de la vida diaria de estos pacientes.

En este contexto, la disfunción muscular es uno de los principales mecanismos implicados en la baja actividad física con una implicación de pronóstico en estos pacientes. Está claro que la disfunción muscular contribuye tanto a la intolerancia al ejercicio como a la baja.

El porcentaje de pacientes con mayor tiempo dedicado a sentarse por día (> 6 horas) fue mayor en pacientes con NAID en comparación con los controles.

Además, el porcentaje de pacientes que realizan actividad física de moderada a vigorosa por día (> 3 equivalentes metabólicos de la tarea, al menos 30 minutos) fue menor en este grupo.

La presencia de deficiencia de hierro se asoció con una reducción del AFD en pacientes con EPOC.

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