Eficacia de la toxina botulínica A para el tratamiento del síndrome de dolor vesical
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La definición del síndrome de dolor vesical, propuesta por la Sociedad de Medicina Pélvica Femenina Urodinámica y de Reconstrucción Urogenital, es una sensación desagradable de dolor, presión o malestar que puede estar relacionada con la vejiga urinaria y asociada con síntomas del tracto urinario inferior de más de 6 semanas, en ausencia de infección u otras causas identificables.
Uso de la toxina botulínica
El síndrome de dolor vesicular produce un efecto perjudicial en la calidad de vida y se describe tan grave como la enfermedad renal en etapa terminal. La inyección de toxina botulínica A (TXB-A) tiene su lugar sólo después de que otras intervenciones hayan fallado.
Actualmente existen siete subtipos de toxina botulínica. Los tipos A y B se han utilizado en Urología, pero la mayoría de los estudios se han realizado con el tipo A de la toxina botulínica.
La TXB-A produce una denervación química reversible por el bloqueo, no sólo de la liberación de acetilcolina, sino también de varios neurotransmisores implicados en la transmisión nociceptiva aferente.
Eficacia de la TXB-A
Esta revisión sistemática cumple con todos los requisitos del manual Cochrane y las pautas de presentación de informes PRISMA; se incluyeron ensayos clínicos sin discriminación de idioma; se incluyeron pacientes con síndrome de dolor vesicular en mayores de 18 años que fueron tratados con TXB-A. Los estudios se buscaron en bases de datos publicadas y no se publicó literatura desde su inicio hasta la actualidad. El análisis del riesgo de sesgo se realizó mediante la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo.
Se encontraron 88 artículos con las estrategias de búsqueda diseñadas; se incluyeron cuatro estudios en los análisis cualitativos. Kasyan, et al., 2012 compararon TXB-A con hidrodistensión. Manning, et al., 2014 compararon la inyección de TXB-A con la inyección de solución salina normal en vejigas previamente hidrodistendidas. En ambos casos, el punto final primario se midió mediante la puntuación del cuestionario O’Leary-Sant. El-Bahnasy, et al., 2009 compararon TBX-A con la administración de BCG, a través de Global Response Assessment. Kuo, et al., 2015 compararon la hidrodistensión más las inyecciones suburoteliales de TXB-A con la hidrodistensión más las inyecciones de solución salina normal. La reducción del dolor se estimó mediante el dolor vesical por EVA. Puntuación. Una eficacia similar a sus controles se había encontrado en los estudios de Kasyan y Manning. El-Bahnasy había encontrado una mejora en TXB-A en todos los parámetros. Kuo, et al. 2015, encontraron una reducción significativa en el dolor en el grupo TXB-A. Con respecto al riesgo de sesgo, tres estudios no tuvieron descripciones adecuadas del sesgo de selección, rendimiento y detección.
Conclusiones
En cuanto al riesgo de sesgo de estos cuatro estudios de intervención, el riesgo de sesgo más importante se relacionó con el bajo tamaño de la muestra y tampoco hubo información sobre el cegamiento.
Hasta el momento, no hay suficiente evidencia para concluir sobre la eficacia de la TXB-A en el tratamiento de la cistitis intersticial para mejorar la calidad de vida.
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