Ácido acetilsalicílico y riesgo de enfermedades cardiovasculares

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La aspirina es uno de los medicamentos más utilizados en todo el mundo y el primer medicamento antiinflamatorio no esteroideo que se ha descubierto.

Un principio activo con larga historia

El compuesto activo en la corteza de sauce, salicina, fue identificado y aislado por primera vez en 1828 por Johann Buchner y luego refinado en cristales amarillos en forma de agujas un año después por Henri Leroux. En 1838, Raffaele Piria, un químico italiano que trabajaba en la Sorbona de París, dividió la salicina en un azúcar y un componente aromático (salicilaldehído) y convirtió este último en un ácido, obteniendo así ácido salicílico.

En 1852, un químico francés, Charles Gerhardt, modificó el ácido salicílico con la introducción de un grupo acetilo en lugar de un grupo hidroxilo para reducir la irritación gástrica relacionada con uso crónico de la droga.

Los notables descubrimientos que ocurrieron en años subsiguientes, incluido el de las isoenzimas, tromboxano A2 y prostaglandinas (PG) de ciclooxigenasa (COX), así como el desarrollo de agregometría de transmisión de luz, representaron pasos esenciales para aclarar el mecanismo de acción de ASA, que finalmente se probó en 1976, más de 70 años después de su comercialización original.

Impacto significativo de la aspirina

Los niveles plasmáticos máximos se producen típicamente 30 a 40 minutos después de la ingestión y se puede observar la inhibición de la actividad plaquetaria con las pruebas funcionales plaquetarias dentro de una hora. El uso de ASA con recubrimiento entérico retarda la biodisponibilidad del fármaco, que luego toma de 3 a 4 horas para alcanzar los niveles plasmáticos máximos.

El estudio La Reducción de Eventos en los Ancianos también proporciona una visión general comparativa de los metaanálisis recientes. En general, la mortalidad por todas las causas fue en gran medida heterogénea, con algunos metanálisis que mostraron una modesta disminución del riesgo en pacientes que tomaban aspirina, mientras que otros no informaron efectos, pero el estudio La Reducción de Eventos en los Ancianos se demostró un riesgo 14% más alto.

Con respecto a la enfermedad cardiovascular, el impacto más favorable podría observarse en los eventos cardiovasculares adversos mayores y la mayoría de los metanálisis informan una disminución del riesgo en las personas que reciben aspirina.

No demostró un impacto significativo de la aspirina en el riesgo de mortalidad cardiovascular o accidente cerebrovascular isquémico. Un modesto efecto favorable de la aspirina en la disminución del riesgo de infarto de miocardio se observó en dos metanálisis, pero no en otros informes o en el ensayo del Grupo de Investigadores.

Un metanálisis informó un menor riesgo de cáncer en el futuro, otros no informaron un efecto significativo y el ensayo del Grupo de Investigadores La Reducción de Eventos en los Ancianos informó un aumento del riesgo de 31%. A diferencia de estos resultados conflictivos, se encontró que el riesgo de hemorragia de los pacientes que reciben aspirina aumenta constantemente en todos los informes revisados.

Conclusiones

Estos hallazgos recientes nos llevan a concluir que los daños de la aspirina en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares pueden ser mayores que los beneficios, especialmente en la población general anciana.

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