VALIUM / VALIUM 10
Tratamiento de la ansiedad y las contracturas musculares
Cada comprimido contiene:
Diazepam .................. 10 mg
Excipiente, cbp .......... 1 comprimido
Solución inyectable
Cada ampolleta contiene:
Diazepam .................. 10 mg
Vehículo, cbp ............. 2 ml
VALIUM® comprimidos está indicado para el alivio sintomático de la ansiedad, tensión y otros malestares asociados con el síndrome de ansiedad. También puede ser útil como adjunto al tratamiento de la ansiedad o nerviosismo asociados con desórdenes psiquiátricos.
VALIUM® comprimidos es útil en el tratamiento de espasmos musculares reflejos debidos a traumas locales (heridas, inflamación). También puede utilizarse para combatir la espasticidad proveniente del daño a las interneuronas espinales y supraespinales, como en la parálisis cerebral y paraplejia, así como en atetosis y el síndrome de hombre rígido.
Las benzodiacepinas sólo están indicadas cuando el desorden es severo, inhabilitante, o que sujeta al individuo a estrés extremo.
La forma inyectable de VALIUM® 10 está indicada para:
VALIUM® está contraindicado en pacientes con:
Las benzodiacepinas no están recomendadas para el tratamiento primario de enfermedades psicóticas. Las benzodiacepinas no deberán utilizarse solas para tratar la depresión o ansiedad asociada con depresión, ya que podría sobrevenir un suicidio en dichos pacientes.
Hipersensibilidad conocida a las benzodiacepinas.
Los efectos no deseados reportados con más frecuencia incluyen: fatiga, somnolencia y debilidad muscular; generalmente relacionados con la dosis. Estos fenómenos ocurren predominantemente al principio de la terapia y usualmente desaparecen con la administración prolongada.
Desordenes del sistema nervioso central: con dosis terapéuticas puede presentarse ataxia, disartria, pronunciación inarticulada, cefalea convulsiones, mareos, amnesia anterógrada, siendo el riesgo mayor al aumentar la dosis. Los efectos amnésicos pueden asociarse con conducta inapropiada.
Desordenes psiquiátricos: es sabido que en el empleo de benzodiazepinas pueden presentarse reacciones paradójicas tales como inquietud, agitación, irritabilidad, agresión, decepción, ira. Pesadillas, alucinaciones, psicosis, comportamiento anormal y otros efectos, conductuales adversos. Si esto ocurre el tratamiento debe interrumpirse. Las probabilidades de ocurrencia son mayores en niños y ancianos.
También se pueden presentar: confusión, aplanamiento afectivo, disminución del estado de alerta, depresión, incremento o disminución de la libido.
El uso crónico (aún a dosis terapéuticas) puede conducir al desarrollo de dependencia física. La interrupción de la terapia puede ocasionar fenómenos de abstinencia o de rebote.
Lesiones, envenenamiento y complicaciones del procedimiento: Se ha registrado un incremento de caídas y fracturas en pacientes ancianos que toman benzodiacepinas.
Desordenes gastrointestinales: náusea, boca seca o hipersalivación, constipación y otros disturbios gastrointestinales.
Desordenes oculares: dipoplía, visión borrosa,
Investigaciones: Frecuencia cardiaca irregular, transaminasas elevadas en muy raros casos, aumento de la fosfatasa alcalina.
Desordenes de los sistemas renal y urinario: incontinencia, oliguria.
Desordenes del tejido cutáneo y subcutáneo: reacciones cutáneas.
Desordenes óticos: vértigo.
Desordenes cardiacos: insuficiencia cardiaca, incluyendo paro cardiaco.
Desordenes respiratorios: depresión respiratoria incluyendo daño respiratorio.
Desordenes hepatobiliares: ictericia, en raras ocasiones.
Desordenes generales y condiciones en el sitio de administración: particularmente después de una inyección IV, rápida puede presentarse: trombosis venosa, flebitis, irritación local, hinchazón o con menor frecuencia, cambios vasculares.
No deberán elegirse para la inyección las venas muy pequeñas; en particular, deberá evitarse estrictamente la inyección intra-arterial o extravasada.
La inyección IM puede resultar en dolor local, en ocasiones acompañada de eritema en el sitio de la inyección. La sensibilidad es relativamente común.
Desordenes en la cavidad torácica y el mediastino: puede ocurrir depresión cardiorrespiratoria si VALIUM® es administrado por vía rectal.
Comprimidos:
Dosis estándar: Para un efecto óptimo, la dosis deberá ser cuidadosamente individualizada. El tratamiento deberá comenzar en la dosis más baja efectiva apropiada para la condición en particular.
Dosis usual en adultos para la administración oral:
Duración del tratamiento: El tratamiento deberá ser tan corto como sea posible. El paciente deberá ser re-evaluado con regularidad y deberá determinarse la necesidad de un tratamiento continuo, especialmente si el paciente ya no tiene los síntomas. No deberá exceder los 2 a 3 meses, incluyendo el periodo de reducción paulatina. No deberá ocurrir una extensión más allá de este periodo sin reevaluar la situación. Podría ser útil informar al paciente al principio del tratamiento que éste tendrá una duración limitada y explicarle precisamente cómo se disminuirá progresivamente la dosis. Además, es importante que el paciente esté al tanto de la posibilidad de fenómenos de rebote, para minimizar la ansiedad sobre los síntomas que pudieran aparecer durante la abstinencia. Existe evidencia de que, en el caso de las benzodiacepinas de corta acción, el fenómeno de abstinencia se puede manifestar dentro del intervalo de la dosis terapéutica, especialmente cuando dicha dosis es alta. Cuando se utilizan benzodiacepinas de acción prolongada como el diazepam, es importante dar aviso de que no se debe cambiar a una benzodiacepina de corta acción pues podrían aparecer síntomas de abstinencia.
Vía de administración: Oral deglutida.
Solución: En adultos jóvenes generalmente se recomienda una dosis parenteral de 2 a 20 mg por vía IM o IV, dependiendo del peso corporal, la indicación y la gravedad de los síntomas. En algunas indicaciones (como el tétanos) pueden requerirse dosis más altas de manera ocasional. Los pacientes ancianos y los que tienen insuficiencia hepática deberán recibir una dosis menor. Estos pacientes deberán ser valorados continuamente al principio del tratamiento para minimizar la dosis y/o frecuencia de administración de manera que se prevenga la sobredosis debida a la acumulación. La inyección IV de VALIUM® siempre debe ser lenta (aproximadamente de 0.5 a 1 ml/min) una administración excesivamente rápida puede conducir a apnea. Los aparatos de resucitación deben tenerse listos todo el tiempo.
Anestesiología:
Ginecología y obstetricia:
Tétanos:
Status epilepticus:
Estados de nerviosismo:
Instrucciones especiales de administración: La tableta puede dividirse en mitades iguales para facilitar la dosificación.
Ancianos:
Niños:
Función hepática alterada: Los pacientes con función hepática disminuida deberán recibir una dosis reducida.
Comprimidos: Caja con 20 ó 90 comprimidos de 10 mg.
Solución Inyectable: Caja con 5 ampolletas de 10 mg/2 ml.